RICO Y FACIL

Cuando comenzamos apensar en este libro surgieron muchas ideas sobre cuál sería la mejor forma de transmitir mis conocimientos, pero repasando la cantidad de años que llevo como profesor de panadería, me dí cuenta de que la clave estaba en explicar y mostrar la técnica del arte de amasar A medida que lo iba escribiendo cada vez me sentía más conforme porque tengo certeza de que la terminar de leerlo cualquier persona, más allá de su edad y conocimientos previos, podrá amasar. Los invito entonces a descubrir un mundo fascinante, el del pan.

En Occidente nos enseñan desde pequeños a utilizar los cubiertos, a lavarnos las manos antes de sentarnos a la mesa y, especialmente, a no usar las manos para comer. Sin embargo, existen teorías de estimulación temprana de bebés que alientan a los padres y madres a permitir que sus pequeñitos coman libremente con las manos para que aprendan a distinguir y reconocer texturas y puedan alimentarse solos sin dificultad, pese a no haber desarrollado todavía la habilidad necesaria para manejar la cuchara. Pero, salvo excepciones, los niños no llegan a la edad escolar sin haber aprendido a usar los cubiertos. Así, comer con las manos se convierte, para los occidentales, en una exótica costumbre de algunos países de Asia y áfrica, en algo ajeno que puede resultar una experiencia divertida -o tal vez perturbadora-, pero nunca natural. Lo más lejos que hemos llegado de este lado del mundo en la incorporación de otra forma de comer es el uso de palillos chinos, tradicionales del Asia del Pacífico. De hecho, este utensilio ya forma parte de las costumbres urbanas de Occidente: es común ver a personas comiendo sushi o comida china con palillos en restaurantes de ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires o París, y usándolos con naturalidad y destreza. En este libro invitamos deliberadamente a comer con las manos. Creemos que se trata de una experiencia placentera, que nos libera de platos, cubiertos, mesas formales y demás cuestiones de etiqueta. Comer con las manos es compartir una comida en una reunión de amigos, en un cóctel para despedir el año, en un cumpleaños con muchos invitados, en la inauguración o celebración de un proyecto personal...

La cocina francesa ha sido, históricamente, la más prestigiosa de Occidente y la referencia obligada del resto de las cocinas del mundo. Francia se ganó este lugar cuando consagró la figura del cuisinier -luego conocido como chef, en referencia al chef de cuisine o jefe de cocina -como el integrante más importante del servicio de la realeza, del noble o del financier -los nuevos ricos de la época-, en la segunda mitad del siglo XVIII. A partir de ese momento, la cocina francesa comienza a cambiar: pasa de ser una artesanía básica, que festejaba la abundancia de comida y la superposición exagerada de sabores y especias, a ser un arte de profesionales, que competían por innovar y establecer recetas. Si bien las primeras recetas eran de salsas y fondos de cocina (caldos concentrados y bases para otras salsas). enseguida ganaron su lugar los postres. EI hecho de que el azúcar, un producto de lujo en Europa hasta el siglo XVIII, comenzara a llegar a las cocinas en forma masiva y a bajo costo, procedente de las colonias, fue clave para el desarrollo de los postres franceses. En las postrimerías de ese siglo, la Revolución convirtió a los cuisiniers de la monarquía en ciudadanos que comenzaron a ganarse la vida abriendo restaurantes y pastelerías... las delicias dulces de Francia llegaban así al público en general. Los postres que componen este libro no sólo son los más famosos, sino también los más sencillos de preparar en casa y para todos los gustos. Incluimos además, las recetas de base de las masas y cremas fundamentales de la pastelería francesa, que permitirán realizar variantes personales.

Este libro fue pensado para que disfrutemos de la comida y del acto de prepararla, ya sea solo o acompañados. Para que cocinar sea un momento de placer, de distensión de diversión. Cada receta fue especialmente creada para poder hacerla en poco tiempo, con pocos ingredientes ¡y si tener que pasar horas, después, lavando todo lo que ensuciamos! Yo les propongo utilizar las recetas de este libro como base y disparador para hacer sus propias creaciones, intercambiando o modificando ingredientes, tal como sugiero, tal como sugiero al pie de muchas. Disfrutemos cocinando, elijamos productos frescos y de calidad para ese plato que estuvimos deseando hacer durante toda la semana …No corramos…compremos el pan recién horneado, un buen vino, y sin duda el resultado será el mejor. Para cada uno de nosotros y para nuestros seres queridos. Pía Fendrik

Es un hecho que, en los últimos tiempos, los hombres han ingresado e la cocina, territorio tradicional de mujeres. Cada vez son más los que, sin ser chefs profesionales, la entienden como un estilo de (buena) vida, o como un hobby, un arte, una pasión, como estrategia de seducción o parte de su personalidad. Este libro es para hombres cocineros de todos los niveles. Cocinar de verdad no se trata de seguir al pie de la letra las instrucciones de ningún libro, sino de lo opuesto. De soltarse, jugar y disfrutar. Es decir, de animarse a crear. Para eso, nada más inspirador que una buena música, una copa de vino y la sensación de relajarse para pasar un momento agradable. Ya estás listo para ponerte el delantal. Manos a la obra.

- Almuerzos ligeros - Ensalada de salmón, papas, huevo y alcaparras - Tortitas de queso de cabra rebozadas - Pescado marinado con ensalada de hinojo y cítricos - Dos ensaladas tibias - Apio, manzanas y nueces con pollo y aioli - Tartaletas de ricota, pollo y calabaza - Parrilla al aire libre - Mollejas rebozadas en romero y limón - Chipirones rellenos con morcilla - Brochettes de pulpo a la parrilla - Racks de cordero con puré de boniatos al plomo - Amigos a cenar - Risotto de calabaza - Papardelle con espárragos y variedad de hongos - Crumble de brótola limonada - Ensopado de camarones - Lomitos de cerdo con puré rústico de manzanas y caramelo de vino tinto - Chicos y grandes en vacaciones - Croquetas de papa y pescado - Sándwiches abundantes y fantásticos - Hamburguesas de cangrejo - Capeletti de pollo en mantequilla de orégano - Todo tentador - Pastel de chocolate - Panna cotta de maracuyá y frutos rojos - Budín de arándanos - Panchos integrales de salvado y miel - Pan blanco de hierbas - Frescos y frutales - Té helado con duraznos/melocotones - Jugo de mandarina, melón y cilantro - Sorbete de mango v chile con merenguitos de canela y cacao - Granita de frutillas/fresas y naranjas - Ceviche de frutas - Dos tragos para buenos momentos - Bloody Mary y Campari

Este es un libro que busca alegrar a quien lo lee, antes de llegara sus destinatarios finales: los comensales, quienes van a saborear cada delicia y se vana alegrar mucho más. Hojearlo, leer detenidamente una receta, pensar en el gusto de quienes van a probarla, planear el momento en que la vamos a cocinar. Cada paso merece que lo disfrutemos. Todas las recetas han sido probadas una por una, y muchas de ellas más de una vez, para ajustar detalles y explicaciones. Buscamos ofrecer una selección muy variada, incluyendo algunas clásicas como la mousse de chocolate o unas tartaletas de fruta (y en estos casos, buscando que sean simplemente perfectas), y otras recetas más creativas y modernas, como el triffle de maracuyá, que es una experiencia increíble en la boca, ya que mezcla maravillosamente texturas, sabores y colores. Siempre fáciles de hacer, algunas son muy breves y otras requieren más tiempo o más pasos, pero sabemos que esas etapas de preparación son, para los amantes de la cocina, momentos de gran placer, aveces en compañía, a veces en sereno silencio y felicidad.

Este es un libro de cocina argentina para argentinos y para no argentinos, para visitantes ocasionales y para los que eligieron vivir en este maravilloso país, para curiosos de la gastronomía local, para cocineros profesionales y también para los amateurs, a quienes más que nada les gusta experimentar y probar platos variados. Las recetas de este libro siguen un viaje gastronómico por la geografía de la Argentina, que ofrece una variedad única de paisajes, climas, vegetación y productos de la tierra. Hemos dividido el territorio en cinco regiones; cada una de ellas incluye un grupo de provincias que comparten características similares, no sólo geográficas, sino en sus tradiciones culinarias y gastronómicas. Así, por ejemplo, encontramos en las regiones del norte y de los Andes las tradiciones y huellas de la época de la colonia y de las culturas originarias; en la región patagónica, una cocina rústica pero moderna; en las tierras del este, los ingredientes tropicales; en las pampas, las famosas carnes y parrillas.

La selección de recetas de este libro está pensada para aquellos a los que nos gusta mucho comer y/o cocinar comidas ricas, sabrosas, originales y modernas pero, al mismo tiempo, queremos evitar comer con exceso de calorías o comidas pesadas que luego repercuten en la salud y en el peso. Lo que queremos demostrar aquí es que comer liviano o con bajas calorías, no significa comer mal, sin gusto o siempre lo mismo. Les proponemos una variedad de platos de entrada, principales, alternativas de almuerzos livianos y postres que, además de ser muy fáciles y tener pocas calorías, son vistosos, diferentes y -por sobre todo- muy ricos. Incluimos algunas recetas de platos internacionalmente famosos (como el gazpacho, el chop suey, las hojas de parra rellenas o el pescado en papillotte) que, sin necesidad de adaptarlas, son de por sí livianas y deliciosas.

Un plato de pasta con su salsa es una de las comidas más fáciles que se pueden elegir; más aún si esa pasta, seca o fresca, ha sido comprada ya hecha. Además de ser una propuesta sencilla y rápida, puede ser creativa y muy placentera, pues será aplaudida y saboreada por todos. Sin embargo, es frecuente tropezar con algunos problemas: que el punto de la pasta no sea el adecuado, que la salsa no alcance o que se enfríe antes de mezclarla con la pasta. He aquí algunos consejos que le garantizarán el éxito.

Cocinar para los amigos es, para quienes amamos la cocina, una de las ocasiones de mayor placer. Es el momento para agasajar con toda libertad, por puro gusto y con gran entusiasmo. Ahora bien, suele ocurrir que, cuando planeamos el menú, nos cuesta tomar decisiones, ya que queremos lucirnos, dejar a todos satisfechos y, especialmente si nuestros amigos son muchos, cuidar de no excedernos en el gasto. Para esas situaciones hemos creado este libro, con la mejor selección de recetas, adecuadas a todos los gustos.

Este es, sin dudas, el mejor libro de recetas de chocolate: excelentes postres, tartas, pastelitos y otras delicias, seleccionados y explicados para los amantes del mágico ingrediente (condición absolutamente necesaria), pero que pueden tener mucha, poca o mínima experiencia como cocineros. Ninguna receta requiere de técnicas complicadas. Cada una ha sido probada con éxito muchas veces. Si en algún caso se pide un ingrediente no común, siempre es ofrecida una alternativa más simple. En la selección de recetas, se ha querido respetar las más tradicionales, que incluyen clásicos como el soufflé de chocolate, pero también hacer honor a los favoritos del momento, como el volcán de chocolate. Proponemos una gran variedad de postres fríos y calientes, más sencillos o más innovadores, para una comida, para acompañar el café o para la hora del té... Si está pensando en comer algo rico con chocolate, o ha decidido dar un gusto a su familia, sorprender a su amor, agasajar a sus amigos, lucirse en una ocasión especial... en este libro encontrará la mejor receta para cada momento. Preparándola será tan feliz como ofreciéndola a los demás.

En este libro se presenta la cocina de nuestro país, a través de los mejores postres. La variedad de preparaciones dulces argentinas es muy amplia; esto se debe a la gran inmigración que pobló nuestras tierras a partir de 1850. italianos, españoles, alemanes, galeses, judíos e ingleses trajeron sus propias tradiciones en repostería, y al mezclarse con las delicias locales dieron lugar a lo que hoy conocemos como pastelería argentina.