Otra vez el diablo es una historia dividida en tres jornadas y un amanecer. Si los milagros no requieren justificación, el amor en cambio sí necesita comprobación. Poesía, ingenio, intuición y vehemencia creadora son los rasgos esenciales en esta obra tan sugestiva y palpitante. Nuestra Natacha plantea el problema de convivencia y de justicia social, referido al aspecto de rehabilitación psicológica y moral de los adolescentes recluidos en un reformatorio. Prohibido suicidarse en primavera en una comedia en la que la fusión de elementos fantásticos, optimistas y abstractos están en incesante conflicto con las realidades del mundo que vivimos. En Los árboles mueren de pie, a la sorpresa de los primeros efectos misteriosos y al parecer inexplicables, sigue la música de las palabras, en las cuales el poeta colabora con el dramaturgo para que éste tienda sobre objetos, ambiente y seres humanos, un leve y sutil manto de ilusión.