Una de las grandes paradojas de la formación de médicos y enfermeras es que, por una parte, la muerte de sus enfermos es algo tan natural cuando es inevitable, que debiesen conocer el fenómeno desde lo esencial para contribuir a que el proceso sea afectuoso, respetuoso y digno para todos y, sin embargo, poco sabemos sobre cómo debe ser conducido el proceso y cómo debe ser vivido el momento. Así, un fenómeno tan natural y profundo se convierte en una situación paradójicamente desconocida y superficial. Un hecho humano por excelencia se convierte en un hecho inhumano y, por tanto, indigno para quien parte y para quien se queda.
Tampoco existen apoyos suficientes para la enseñanza y el aprendizaje más significativo que permita manejar adecuadamente la emoción, la comunicación y el trato digno al final de la vida. He aquí uno de los valores de este libro. Su contribución en este sentido es fundamental.
Pero no es el único. En efecto, se trata de la síntesis de una enorme y profunda experiencia de la Dra. Martha Palencia Avila quien ha estudiado y ha ayudado a muchos seres humanos a entender esta realidad. Sus vivencias y su capacidad didáctica le han permitido enfocar aún más sus conocimientos en los temas más relevantes y en las habilidades y técnicas más útiles y accesibles para lograr acompañar el dolor de la muerte. Aquí radica otro de los valores de esta publicación.
En un mundo en el que la superficialidad predomina sobre la reflexión, y la inmediatez que imponen las tecnologías de la comunicación domina sobre la dimensión temporal de la vida, entender a la muerte como hecho trascendente y al ser humano como ente que así trasciende, es indispensable para que la calidad de la atención al final de la vida sea la que cualquier persona merece. Así, la comprensión y la dignificación del proceso y del momento de morir debe engrandecer el espíritu de todos, y es esta dimensión espiritual más allá del aquí, del ahora y de la superficie de la vida y de su último momento, la que más enaltece y da valor a esta obra.
