En un mundo en donde el sobrepeso es la norma, cada vez hay más expertos en la salud alimentaria que se esfuerzan en ayudar a sus pacientes sin encontrar resultados efectivos. ¿Por qué? ¿Por qué el apoyo nutricional no es funcional para todas las personas? ¿Por qué hay algunas que parecen simplemente incapaces de dejar de comer o de comer lo que es bueno para su salud y su peso? Nuestros sentimientos pueden destruir nuestro trabajo nutricional y frustrar aun nuestros mejores deseos de bajar de peso. En el inconsciente se guardan todos los sentimientos que nos parecen incómodos, dolorosos, vergonzosos, culposos... y es en este lugar oscuro y fuera de nuestro conocimiento en donde están las respuestas a nuestra dificultad para adelgazar, a nuestra necesidad de estar gordos. Es ahí, pues, donde se encuentra aquella voz que nos pide constantemente el comer más y más, la que nos exige ignorar nuestros planes nutricionales y nuestra sensación de saciedad, llevándonos a seguir comiendo aunque no nos quepa un bocado más. ¡Es momento de saber por qué nuestra mente nos hace engordar!
