Los coloridos libros, con imágenes muy bonitas y atractivas para los niños, son a la vez juegos, material didáctico y libros. El que sean hechos en cartón grueso los hace muy apropiados para niños desde los tres años en adelante, pues tienen fichas muy pequeñas que no son recomendables para niños menores. El libro de Granja le enseña al niño el nombre de los animales que se pueden encontrar en este tipo de espacios.
El tipo de puzle que maneja la colección es muy apropiado para los niños pequeños, ya que cada forma constituye una sola ficha (no como en el caso de los rompecabezas para más grandes que una misma figura está dividida en varias fichas). Adicionalmente, los padres pueden jugar con sus hijos extrayendo todas las fichas del libro y pasando, hoja por hoja, buscando el puesto de cada una. Así, los niños no sólo están aprendiendo conceptos y dando sus primeros pasos en la lectura, sino también ejercitando su concentración y motricidad.