En el nombre de Dios, feligreses y jerarcas decidieron reclamar lo
que les fue despojado en la tierra como resultado de una revolución
que sembró a su paso enormes promesas y no pocas injusticias.
Así, el fanatismo político de un lado y el religioso del otro derramaron ríos de sangre en una nación recién lacerada por una guerra civil. Con este escenario de fondo, Armando Fuentes Aguirre, Catón, desde su labor de periodista y divulgador, vuelve a estremecer a sus lectores con uno de los episodios más cruentos en nuestra historia reciente: la guerra cristera en México.
En cada página, Catón ha plasmado con pasión la insensata confrontación que desde 1926 hasta 1929 llevó a laicos y católicos a realizar actos de barbarie que solo fragmentaron más al país.
El conflicto cristero, señala el autor, es una dura lección que los mexicanos no debemos olvidar y propone: Si ponemos ese amor a México por encima de todo prejuicio, de todo fanatismo, de toda insana ambición de poder, habremos de heredar a nuestros hijos y nuestros nietos un país mejor, más libre, más democrático, más justo, en el que puedan fincar su búsqueda de la felicidad.