A los 30 años pensé que estaba alcanzando la cima de mi carrera como ejecutivo. Pero un día recibí una noticia inesperada: me acababan de despedir, sin muchas explicaciones, justamente en el momento en el que me sentía más seguro y confiado.
Pienso que no estoy solo en esta experiencia; lo inevitable alguna vez toca la vida de todo ser humano. Algunos se reponen, otros ceden, pero todos experimentamos el roce de las alas de la tragedia. ¿Por qué? Para responder esta pregunta, dejé que Elias me condujera por los días y las noches de Akbar.
Paulo Coelho