Marinero por vocación, prisionero por la injusticia, pirata para sobrevivir, conde par la venganza.
Ambientada a principios del siglo XIX, durante el periodo que sacudió a Francia con la derrota definitiva del emperador Napoleón Bonaparte, El conde de Montecristo se ha convertido en uno de los primeros modelos de las llamadas en sus páginas descripciones de gran realismo sobre las costumbres y condiciones sociales de una época, pero no sólo esto; además de combinar magistralmente los hechos históricos con la ficción, recrea a través de sus personajes una gran cantidad de valores, emociones y sentimientos que son universales para los hombres de todos los tiempos. El principal, y alrededor del cual gira todo el argumento de la novela: el deseo de venganza que ha nacido en el protagonista, el conde de Montecristo.