Él elaboraba judas de cartón para personalidades de la academia de San Carlos, entre otros para Diego Rivera y Frida Khalo. Sus creaciones más populares las desarrolló después de una enfermedad a los treinta años cuando en su delirio tuvo la revelación de personajes fantásticos que le gritaban una sola palabra: “¡Alebrijes!”.
En la década de los ochentas el señor Manuel Jiménez fusiona el concepto de los alebrijes con el tallado en madera de copal que ya se practicaba desde hace muchos años en el colorido estado de Oaxaca. Estas son las historias más difundidas sobre el origen de los alebrijes. Sin embargo, en las regiones de Oaxaca donde elaboran estos fantásticos seres, tienen sus propias versiones, acompañadas de tanta fantástica como el alebrije mismo.
Actualmente estas piezas artesanales son apreciadas y distinguidas en el ámbito mundial como parte del folclore mexicano. Delfín Editorial te invita a despertar tu imaginación al pintar con colores alegres y brillantes los alebrijes que hemos diseñado para ti.
