Durante casi un siglo, las mujeres Nomeolvides han cuidado de La Pradera, de sus esplendorosos jardines públicos que cautivan a turistas de todas partes del mundo. También han mantenido en secreto un legado trágico: cada que se enamoran profundamente, sus amantes desaparecen. Sin embargo, tras varias generaciones, un chico extraño llega a los jardines.