Ningún sistema de derecho puede aspirar a ser completo si no cuenta con un mecanismo de control constitucional coherente, seguro y efectivo, encargado a órganos (primordialmente judiciales), cuya situación se halle tanto por encima de la autoridad, como de los gobernados en su calidad de destinatarios de la acción del Estado. Evidentemente, es el juicio de garantías que consagra la Constitución Federal, a quien se asigna en su forma más elevada y perfecta la primordial función de asegurar la vigencia de la voluntad popular soberana, en todo tiempo, forma y circunstancia. Por ello, la cotidiana labor del juez de amparo se erige como el principal eje a partir del cual se garantiza y afianza la eficacia del orden constitucional en el sistema jurídico mexicano. Así, conocer la interpretación que de la ley reglamentaria del juicio de amparo ha elaborado el juzgador constitucional se presenta, hoy por hoy, como la forma más nítida y consistente para comprender su esencia, la aplicación y vigencia de sus principios, la bondad de sus fines y la eficacia de sus alcances. De ahí la intención de esta compilación, que ahora llega a su décima cuarta edición.
