La dramatización es una actividad habitual entre los profesionales de la enseñanza por los valores que promueve: cohesión e integración de alumnos de diferentes nacionalidades o religiones, unión para conseguir un fin común, ayuda a alumnos tímidos o con algún problema de relación, participación de las familias, mayor grado de convivencia de todos los estamentos de la comunidad escolar, etc.
La preparación y desarrollo de una obra teatral debe tener un carácter interdisciplinar. Implica a áreas como Lengua, Conocimiento del Medio, Educación Física, Música, Plástica, etc.; además potencia entre los alumnos el papel de la memoria, el valor de la perseverancia, el esfuerzo, el apoyo mutuo, etc.
Las cuatro obras que se presentan se caracterizan por su sencillez: ninguna requiere escenarios elaborados ni disfraces especiales, el número de participantes puede adaptarse a las características del aula e incluso están pensadas de tal forma que pueden resumirse si resultan demasiado largas. A ello hay que añadir que los temas dramatizados se basan en la actualidad: la clonación, el uso indiscriminado de Internet y el teléfono móvil, etc.
