El libro recoge innumerables voces y fotografías e incluye al final una cronología de los hechos. En el nuevo prólogo, Poniatowska refiere:
Hoy los integrantes del Yosoy132 tienen más poder de convocatoria que los muchachos del 68. A través de las redes sociales que jamás tuvieron en 1968, los estudiantes hoy llegan hasta Estados Unidos y Europa, a diferencia de los chavos del 68 que imprimieron volantes en un mimeógrafo que podía escucharse toda la noche en un pasillo de la Facultad de Filosofía y Letras de Ciudad Universitaria. Los del 68 tenían una ventaja: no vivían acosados por la guerra del narcotráfico, no corrían el riesgo de que los cazaran como conejos a media calle como ahora sucede en toda la república; los padres de familia no imaginaban que de la noche a la mañana los convertirían en víctimas, como al hijo del poeta Javier Sicilia y tantos otros.