A Kapuscinski se le ha Llamado a menudo el mejor reportero del siglo. En su opinión, el autentico periodismo es el inten?cional, el que aspira a producir algún cambio en el mundo, y en sus escritos se refleja este anhelo. En Ebano, Ka?puscinski se ha sumergido en el conti?nente africano, rehuyendo las paradas obligadas, los estereotipos y los lugares comunes. Vive en las casas de los arra?bales mas pobres, plagadas de cucara?chas y aplastadas por el calor; enferma de malaria cerebral; corre peligro de muerto a manos de un guerrillero; tiene miedo y se desespera. Pero no pierde la mirada lucida y penetrante del reportero y no renuncia a la fabulación del gran narrador, hable de Amin Dada o de la tragedia de Ruanda, de una jornada en un pueblo o de la ciudad de Lalibela, párrafo tras párrafo las paginas de ébano componen el vivido mosaico de un mundo car?gado de inquietud. Un libro extraordinario, galardonado con el Premio Viareg?gio, y que confirma una vez mas que sus escritos, a caballo del reportaje, la historia y la ficción se sitúan justo entre Kafka y García Márquez, en palabras de Lawrence Wescher. Kapuscinski nos muestra la gran historia de las guerras, los golpes de Esta?do, las revoluciones y también la pequeña historia, la de la gente que lucha por sobrevivir día a día en las monstruosas megalópolis atestadas de campe?sinos expulsados de sus tierras, o en los pueblos dejados en los márgenes de la civilización? (Sabina Morandi, Liberazione).