Felicito a la Clínica Planas, en especial al Dr. Jorge Planas, al Dr. Rafael Serena y a Editorial Amat por la iniciativa de poner al alcance de todo el mundo sus conocimientos sobre un tema tan revolucionario. Ivo Pitanguy Las consultas de cirugía plástica llevan ya años atendiendo a pacientes que, cada vez con mayor intensidad, buscan soluciones estéticas con procedimientos cómodos, rápidos y alejados de las salas de cirugía. Sin embargo, hasta la aparición del Botox no se dispuso de una respuesta a esos requerimientos, un auténtico milagro en medicina estética o, dicho de forma algo menos apasionada, todo un acontecimiento singular. Porque el Botox efectivamente, hace invisibles las arrugas de expresión, incluso tiene la capacidad de frenar su formación. Actualmente, en menos de media hora, miles de personas salen de la consulta del cirujano plástico y retoman sus ocupaciones habituales sin señal ni marca aparente de haberse sometido a un tratamiento para mejorar su apariencia personal. El aspecto de su rostro es uniformemente descansado, fresco, la mirada viva y la frente relajada. Pero hay algo más extraordinario todavía: las patas de gallo y las arrugas faciales han desaparecido sin haber perdido la gestualidad y la expresividad faciales. Si, además, añadimos la utilidad del Botox como tratamiento del sudor excesivo, tanto axilar como de las palmas de las manos y plantas de los pies, y como corrector de tics faciales o de la asimetría del rostro, no es aventurado decir que nos hallamos ante una panacea de la medicina estética actual. Esta obra, realizada por uno de los más importantes expertos en Botox de la actualidad, con la colaboración inestimable de la Clínica Planas, tiene como objetivo informar y resolver aquellas dudas que se le planteen al lector interesado en mejorar su apariencia y sentirse bien consigo mismo.