El presente volumen ofrece al lector tanto las composiciones en verso como las obras en prosa del escritor sevillano Gutierre de Cetina. y viene a llenar, asimismo, el hueco de una producción literaria insuficientemente conocida, como son poco conocidas en nuestro medio las obras de andaluces ilustres, tales como Luis Barahona Soto, Pero Mexía o Juan de la Cueva. Es de desear que a partir de la presente edición:, se ubique a Gutierre de Cetina. No solamente como el autor del famoso madrigal que comienza : Ojos claros serenos, composición que sin ser, de ningún modo, lo más representativo del quehacer literario de Cecina, circula profusamente en antologías y libros de texto, siendo de lamentar que por esta muestra limitada del talento de Cetina, se le haya valorado hasta nuestros días. A través de las páginas que siguen, los lectores contemporáneos los estudiantes de las letras españolas, 1os aficionados a la poesía y también los poetas tendrán la posibilidad de situar a Cetina como al escritor, dueño de una sólida cultura humanística expresada a través de los tópicos petrarquistas y neoplatónicos, al soldado-poeta que, obedeciendo las premisas de esa especie de Carreño del siglo XVI que fue El Cortesano, de Castiglione, respondió a uno de los más significativos si no de su época : el ejercicio de las armas y el cultivo de las letras. Por otra parte, la obra de Cetina va precedida en esta edición facsimilar de un estudio preliminar elaborado por Joaquín Hazañas y la Rúa, erudito y bibliógrafo del siglo XIX, cuya aportación al conocimiento de la vida y obra de Cetina ha sido durante largo tiempo el único trabajo serio en relación con el poeta. Joaquín Hazañas y la Rúa se dio a la difícil tarea de recopilar la obra de Cetina, dispersa, en códices como el de José María de álava, el de la Biblioteca Arzobispal de Sevilla, el de la Biblioteca Colombiana de Sevilla, los de la Biblioteca Nacional de Madrid, entre, otros, y con infinita paciencia copió, seleccionó de entre los diferentes códices las versiones de cada poema que le parecieron más perfectas para integrar el volumen que, en dos tomos, dio la imprenta en 1895 y que es el que actualmente se pone a disposición del lector.