En este cambio de época la consigna es renovarse o morir. En la pandemia del 2020, se impulsó el uso de internet y se fomentaron nuevas formas de aprendizaje y socialización a distancia como jamás imaginamos. Además, el estilo de vida cambió en poco tiempo y surgieron nuevas formas de comunicación humana. La distancia dejó de tener importancia, se rompieron muchos paradigmas y se dio paso a la era de la velocidad.
Debido al confinamiento, hoy es común iniciar sesión en una sala virtual, no solo para clases, eventos y juntas de trabajo, sino para convivir con la familia y los amigos.
Escuelas, empresas y familias se vieron forzadas e migrar de lo presencial a lo virtual, sin tiempo para enfrentarse en esta repentina modalidad digital. El Covid-19 nos obligó a zambullirnos en esta piscina sin saber nadar y los síntomas son evidentes. Sin embargo, esta evolución no tiene que ser incómoda ni aburrida, sino todo lo contrario.
En esta obra se presentan consejos prácticos y herramientas complementarias para potenciar la atención de los participantes y aprovechar al máximo las posibilidades de la sala virtual; con la finalidad de obtener grandes beneficios mediante esta forma de interacción humana.
