Si bien es cierto que la figura de la madre es pilar dentro del núcleo familiar, no se puede dejar de pasar por alto la importancia del padre, de ahí que la presencia de éste sea fundamental para el desarrollo de los hijos. Dentro del derecho familiar mexicano, la paternidad se define como la relación que coexiste entre el padre o progenitor y su hijo; esta relación confiere derechos y obligaciones para ambos. Las circunstancias de la vida pueden llevar a que el padre no siempre sea un elemento presente en la vida y desarrollo de los niños. En no pocas ocasiones, esta situación se debe al desconocimiento de haber sido padre o al negar de forma consciente dicho hecho, es aquí cuando aparece la figura del reconocimiento de paternidad, que puede considerarse un instrumento jurídico para que aquel que haya procreado un hijo y no le haya dado el reconocimiento formal lo haga, mediante un procedimiento judicial, el cual se encuentra conformado de elementos procesales muy particulares, como se verá a lo largo de este tomo 12 de la Colección de Juicios Especiales en Materia Familiar.