Despojado de su licencia de investigador privado y vigilado por la policía, a Charlie Parker todavía le abruman ciertos episodios de su pasado. Cuando Charlie era niño, su padre, policía neoyorquino, mató a dos jóvenes un poco mayores que su hijo, y después se quitó la vida. Charlie decide averiguar qué ocurrió exactamente, aunque eso signifique descubrir incómodas verdades. Entre ellas, la implicación en aquellos acontecimientos de un hombre y una mujer, tal vez amantes, cuya aparición no augura nada bueno.
