En el amanecer del 24 de junio de 1995, tuve que enfrentarme a una de las pruebas de vida más difíciles de superar para una joven en pleno desarrollo: un grave accidente modificó radicalmente mi vida.
Realizar este libro ha sido un sueño lleno de esperanzas, porque creí en mí y me di cuenta de que podía lograrlo. El mejor mensaje que quiero transmitir es que antes que nada debemos creer en nosotros mismos, yo me convencí de que cualquier problema puede ser superado. Al escribir mi experiencia y al recolectar la información que pude ir obteniendo de mi accidente tuve una especie de liberación de los sentimientos que estaba reprimiendo y que hacían mucho daño.
Ahora simplemente quiero en libertad decir lo que siento, liberar de mi mente y de mi corazón todo lo que me estaba lastimando por no atreverme a vivir.
Con este libro deseo transmitir mi experiencia para fortalecer a otras personas que viven cualquier tipo de problema, que no tiene que ser precisamente un accidente, para hacerlos conscientes de que la solución a todo está en nosotros mismos.