Éste es un valioso y excepcional libro, el testimonio vivo de la historia de una familia desgarrada por la diferencia entre dos culturas. Narrado por una de sus protagonistas, Gabriela Arias Uriburu, ilustra el amor de una madre hacia sus niños y reflexiona, asimismo, acerca de los derechos humanos, en especial los derechos de los niños. Esta historia obtuvo un inmenso interés de parte de los medios internacionales de comunicación, especialmente en Jordania, la Argentina, Guatemala y el Vaticano, y motivó finalmente un tratado bilateral entre Jordania y la Argentina, con el fin de regular las relaciones de los niños con sus madres y sus padres. El 10 de diciembre de 1997, Gabriela volvía a su casa para encontrarse con la peor escena: sus tres hijos no estaban allí. Imad, su marido de origen jordano, se los había llevado con él y su paradero era incierto. Desde ese momento, y durante el año completo en que no pudo ver a sus hijos, Gabriela caminó en la desesperación, el temor, el extravío, la locura y los abismos de la ausencia. Gabriela