La sociedad evoluciona, los individuos cada día enfrentan mayores adversidades; los tiempos actuales reflejan la complejidad creciente de nuestra civilización. Muchas son las preguntas que cada uno puede hacerse con respecto a las instituciones de enseñanza y a las formas de educación.

Esta obra responde con un análisis de época y con una propuesta pedagógica: afirmando identidades, valorizando las potencialidades de cada educando y reconociendo la vigencia de los valores humanos.

Juego y creatividad, ambos surgen de una necesidad de evolución del sujeto. El juego es un experimentarse a sí mismo, la creatividad es una proyección del sujeto a través del objeto creado que lo significa. En ambos hay un proceso de descubrirse y de afirmación de identidad. El ser humano busca desesperadamente una referencia en los espejos que lo rodean, aunque sólo puede evolucionar cuando libera sus impulsos ludocreativos. El juego es satisfacción en el presente y la creatividad es satisfacción en el devenir. La creatividad es modelar obras que instalan sentimientos de refencias.