¿Quién tiene la autoridad para decidir que Plutón no es un planeta? Es una pregunta intriga al joven protagonista de esta novela, quien trabaja en sus vacaciones en un local de videojuegos para poder ir a un campamento de la NASA. Retrocediendo en el tiempo lo suficiente, somos hermanos de Cthulhu... No hace ni un siglo que Plutón fue descubierto y de pronto parece que ya no es nada. Pero se trata de un astro que lleva muchas décadas inspirando toda clase de interés, como el de H.P. Lovecraft, quien ya sospechaba de su existencia, o el del protagonista de esta novela. Ciencia, adolescencia, monstruos de otros mundos y de otras dimensiones, un padre decadente, túneles misteriosos y la convicción de tener por delante toda clase de posibilidades, pero también de imposibilidades, son las coordenadas de su mapa existencial, cuyas fronteras formales son Ciudad Satélite, las faldas del Ajusco y Villa Coapa.
