Un euoplocéfalo llega pisoteando y balanceando su pesada cola. Esta fuerte bestia tenía placas de hueso sobre la piel para protegerla. El tiranosaurio cazaba dinosaurios pequeños para comer. Tenia dientes afilados y grandes como bananas. El diplodoco da pasos con sus patas de elefante. El diplodoco estiraba su largo cuellos para alcanzar suculentas hojas de lo alto de los árboles.