El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta las relaciones sociales y los aspectos emocionales de los niños, y se caracteriza por la falta de atención, acompañada de impulsividad y movimientos constantes. Este desorden conductual de origen neurobiológico y de carácter hereditario ha ocupado la atención de psicólogos, psiquiatras y pedagogos, quienes realizan una búsqueda constante de recursos para lograr la formación integral de los niños en edad preescolar.