Entre las significaciones que piensa el hombre podemos establecer una clasificación formal en dos grupos: significaciones o proposiciones enunciativas y significaciones o proposiciones normativas.
Las primeras son aquellas que denotan en qué consiste un ser, qué es una realidad, la existencia de un hecho, el modo regular de acontecer unos fenómenos, etc. Se refieren a algo que es, que fue o bien que será, es decir, a algo que está, estuvo o estará dado realmente. Por ejemplo: una ley científica, ley de la gravedad, etcétera.
Las proposiciones normativas no se refieren a la realidad de los hechos ni a la manera como éstos se desarrollan, sino que por el contrario, hacen mención a un deber ser, esto es, establecen un comportamiento como debido, como debiendo ser; enuncian pues, lo que debe ser cumplido, aunque, claro está, esa disposición puede que nunca se haya observado ni se vaya a observar. Como ejemplo podemos citar las normas jurídicas, la moral, los usos sociales, etcétera.