Todos los autores clásicos de la administración definen etapas del proceso administrativo en 4 o 5, como quiera que sea, jamás hablan de menos y son: planeación, organización, dirección y control. Cada una de ellas es de importancia fundamental y no se puede evitar si se quiere llevar una administración científica, que es el único camino de incrementar la productividad.
La mayoría de las empresas pequeñas y medianas se la pasan un 95% de su tiempo en la dirección y el otro 5% en algo de organización, pero casi nunca en control y mucho menos en planeación.
Mientras los pequeños y medianos empresarios no entiendan la importancia de la administración los esfuerzos por sacar adelante a sus negocios se verán frenados y empantanados en una falta de productividad que los podrá condenar al fracaso en mercados cada vez más competidos.