En julio de 1942, Ana Frank tenía trece años recién cumplidos. Fue entonces cuando empezó a escribir su diario, el cual relata las experiencias y las reflexiones que la acompañaron durante los dos años que ella y su familia, junto con cuatro personas más, vivieron clandestinamente en el traspatio de una oficina en el centro de Amsterdam, después de huir de Alemania, a consecuencia de la persecución en contra de los judíos. El Diario de Ana Frank, publicado en más de cincuenta idiomas después de la Segunda Guerra Mundial, se convertido en un conmovedor testimonio acerca de la barbarie nazi y sus repercusiones.