El lenguaje ocupa un lugar fundamental en nuestra relación con las personas y lo utilizamos para cumplir una gran variedad de propósitos. La mayor parte del tiempo, conversamos para compartir nuestras ideas, expresar nuestros sentimientos, contar los sucesos del día o ponernos de acuerdo para efectuar una tarea. De manera parecida, leemos y escribimos para obtener y difundir información, hacer cumplir nuestros derechos, enterarnos de las noticias, organizar nuestras actividades, pasar un rato interesante con una historia imaginaria o para estudiar y ampliar nuestros conocimientos.
El lenguaje toma formas particulares en los distintos tipos de textos que usamos para comunicarnos: cartas, noticias, artículos de divulgación, monografías, cuentos, poemas, instructivos, reglamentos, anuncios, invitaciones, guiones de teatro, reportes de investigación, etcétera. Las formas de comunicarnos oralmente también pueden ser consideradas textos: la conversación informal, la exposición oral, el debate, etcétera.