Reduce el estrés, la ansiedad, el dolor físico y crónico, los reflejos automáticos, las conductas y los hábitos inconscientes. Regula la presión arterial. -Favorece el manejo de emociones negativas como la rabia, el miedo, la agresividad y la avaricia. Calma el excesivo parloteo de tu mente. -Aumenta la relajación de cuerpo y mente, la concentración y la atención plena.