A los veinte años lo internaron en prisión, y ahora se encarga de conseguir a los otros internos todo lo que le solicitan, sea lo que sea. También es capaz de concebir el plan más increíble para lograr escapar, aunque tenga que recurrir a la mismísima Rita Hayworth...
Un niño descubre que un vecino suyo es un conocido nazi y usa la información para, con refinada perversidad, abusar del anciano y conseguir sus satánicos objetivos.
Con Esperanza, primavera eterna y Verano de corrupción, convertidos en sendas películas (especialmente reconocida ha sido la primera: Sueño de fuga), Stephen King accede a los niveles más profundos -y los más inquietantes- de la mente humana.