La defensa constitucional en México es una obra obligada para los especialistas en Derecho Procesal Constitucional, la cual se encuentra estructurada a partir de tres ideas cardinales para entender la trascendencia del tema. La primera es que las controversias y las acciones ofrecen un complemento indispensable al juicio de amparo, pues ambos instrumentos no se agotan en la imprescindible defensa de los derechos fundamentales, sino que ofrecen una vía adicional para la construcción de un equilibrio democrático y funcional entre los diferentes poderes que integran el Estado mexicano. La segunda es que la Constitución debe ser entendida como un referente de derechos susceptible de ser maximizado, cuyo contenido, por lo tanto, no puede ser restringido por virtud de un formulismo. La tercera idea, presente a lo largo de todo el libro, es que la labor jurisprudencial ofrece la referencia fundamental para conocer el significado concreto y operante de la Constitución y las leyes. A diferencia de muchos trabajos doctrinales que solamente ofrecen una exégesis del texto legal correspondiente, éste se basa en un profundo conocimiento de la jurisprudencia y de las tesis aisladas del máximo Tribunal mexicano, así como de las prácticas que suelen seguirse en la Corte al momento de desahogar instrumentos de defensa constitucional. Aunque el autor conoce y respeta la labor jurisprudencial de la Suprema Corte, ello no le lleva a celebrar acríticamente sus criterios y hace planteamientos y sugerencias a fin de superar las interpretaciones que, en la práctica, han restringido los alcances de estos instrumentos de justicia constitucional.