Así que mi novia, Cassidy, está amenazando con botarme a la zanja del drenaje otra vez, mi mejor amigo de pronto quiere ponerle freno a nuestra vida de fabulosa diversión, mi mamá y mi hermana mayor están tramando un futuro en el que me convierto en un vampiro atómico, y mi papá, bueno, mi papá es una tremenda interrogante a lo que no estoy seguro de querer responder. Hay quienes dejarían que un último año de escuela como éste los tumbara. Yo no. Sutter Keely, amo de la fiesta. Pero no hay que confundir a un filósofo de medianoche como yo con sólo un chico parrandero y superficial. Pregúntenle a Aimee, la chica nueva en mi vida. Ella vio la profundidad en Sutterman desde aquel primer momento cuando me encontró inconsciente en el jardín frente a la casa. Bueno, ella es un desastre social, pero ahí es donde entro yo en escena. Sí, la vida es extraña, pero yo adopto de buena gana la rareza. Dejemos que todos los demás se encaminen tan resueltos a sus futuros resplandecientes si eso quieren. Yo siempre me he dado por más que satisfecho con empinar mi botella de whisky y darme una vuelta directo al corazón de la euforia: el aquí y ahora, el momento espectacular.