La promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 represento un cambio de paradigma en el constitucionalismo mundial. Hoy a 97 años de su establecimiento, la Constitución tiene nuevos contenidos, más derechos para las personas y mejores mecanismos para hacer valer esos derechos.
En Nuevos paradigmas constitucionales se analiza y definen las obligaciones impuestas al Estado por la Constitución, como la promoción, el respeto, la protección y la garantía de los derechos humanos reconocidos expresamente en ella y en los tratados internacionales. Los autores afirman que ahora estas obligaciones, junto con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, son el punto de partida para que todo individuo goce de los derechos humanos y tenga un nivel de vida acorde con los postulados de la dignidad humana.