Nada nos enseña tanto sobre la importancia de la bondad como la falta de ella. No somos inmunes unos a otros. Estamos hechos para vivir en comunidad, así que somos afectados por las palabras y acciones de otros. Cuando encontramos malevolencia, somos disminuidos, no importa cuán fuertes, autosuficientes e independientes seamos. Esta búsqueda provocativa, sincera y gentil es el estado penoso de la bondad en el mundo del presente nos ofrece esperanza y ánimo a todos. Averigue por qué: • Nuestra habilidad de dar y recibir bondad dependen de la bondad que tengamos para nosotros mismos. • Hay una diferencia crucial entre ser amable y ser bueno: uno aumenta el estrés, el otro lo reduce. • La bondad es amor, puro y sencillo. • Uno de los caminos más cortos hacia el autodescubrimiento es el de la práctica consciente de la bondad. • ¡ La bondad puede ser intrépida, apasionada y salvaje! • La bondad genuina incluye ser buenos con nosotros mismos. • Hace falta más valor para ser bueno que crítico. • La bondad nos aporta un tremendo poder personal y una gran autoestima.