La presente obra tiene como finalidad primaria incentivar tanto la aplicación como la observancia del principio de presunción de la inocencia en todas las capas de la sociedad y, particularmente, en el sistema jurídico. Esto constituye un verdadero desafío para nuestra cultura, donde se acostumbra juzgar a aquellas personas que presumiblemente han cometido un hecho delictivo antes de que exista una sentencia dictada por un juez, y donde también es usual imponer una sanción demasiado grave: el escarnio o rechazo social. El modo de pensar del mexicano está basado en el sospechosismo y en el principio de culpabilidad. Por su parte, el Estado, como monopolizador del ius puniendi, pretende reducir a cualquiera precio los derechos fundamentales de cualquier individuo en aras de cumplir con la obligación de brindar protección y seguridad. Surgen entonces, como freno a esta intervención, todos los principios procesales y constitucionales que tiene como firme propósito limitar dicha injerencia estatal. Es bajo ese contexto que se origina el principio de presunción de inocencia, constituyéndose como derecho fundamental de toda persona que enfrente un proceso penal. Así, este último quedaría dirigido por una serie de garantías consagradas tanto en la fuente constitucional como el derecho internacional y sometido a ciertas normas específicas. Este libro ofrece un análisis detallado del proceso evolutivo de la presunción de inocencia, así como de los principales obstáculos a los que se enfrentan los juristas al aludir a dicho principio. A través de esta lectura se podrá dilucidar su alcance preciso en la doctrina internacional y comprender su aplicación en casos específicos.