Muchos se rompen la cabeza tratando de entender por qué no tienen suerte, por qué les toco vivir de tal forma, por qué no les pasa algo extremadamente bueno en la vida. Estas constantes incógnitas los llevan a recurrir a toda práctica que les ofrezca o prometa la posibilidad de ser exitosos, obteniendo la mayoría de las veces, como resultado, un fracaso. Esto a la larga produce en el individuo desconfianza, frustración, desesperación, y resignación. Si esto es lo que te ha sucedido a ti, entonces desconoces lo que realmente funciona para corregir lo que deseas. Deja de saltar de método en método queriendo encontrar la solución, y mejor descubre la manera correcta con la que podrás materializar lo que deseas. Se trata de una formula infalible, hecha para garantizar resultados. Ningún método marchará como debe, ni traerá resultados si no se conoce antes lo que precisamente hace que funcione. Nuestro éxito depende de ciertas habilidades y factores, pero la postura que adoptemos es la que juega el papel más importante en todo proceso, sin dejar a un lado el poder que tiene nuestro pensamiento. Para lograr una vida satisfactoria no sólo basta con pensar positivamente o desear guajiramente; la disposición de cada persona junto con un pensamiento guiado y consiente es lo que en realidad trae frutos.