Fine Presunto hijo de Pedro III y de Catalina la Grande, Pablo I (1754-1801) hizo gala durante su breve y calamitoso reinado de su irresistible impulso de desagradar, del mismo modo que otros sienten la necesidad de seducir. Cuando llegó al trono mostró su desprecio por los rusos, su lengua y sus tradiciones, haciendo gala de su ilimitada admiración por todo lo prusiano. Sometido desde su infancia a una madre tiránica, llegó a odiarla por su vida disoluta y las sospechas que recayeron sobre ella por la extraña muerte de su esposo. Las extravagancias y el carácter desequilibrado de este zar que nadie amó puso al país al borde del caos y murió víctima de sus propios errores.