Pero ahora, por primera vez, ha decidido romper las normas. La trágica muerte de sus antiguos colegas y de su hija adoptiva, las personas a las que más quería en el mundo, es algo que no puede perdonar, aunque eso implique desafiar a sus jefes y actuar por cuenta propia. Movida por un deseo de venganza irresistible, se convierte en una efectiva máquina de matar contra sus enemigos. Ahora no sólo se enfrenta a los criminales a quienes persigue, sino a la propia Agencia, que ha puesto a su mejor hombre tras su pista. Lucas Swain comprende muy bien los motivos de Lily, pero sabe que su deber es traerla de vuelta... viva o muerta. Comienza una doble persecución llena de suspense, en la que la justicia, la lealtad y el deber mantienen un pulso a muerte entre los protagonistas.