Como cualquier otro día, regresé pronto a casa al salir del Instituto.
Mi tía se había quedado sin sus dulces favoritos y me ofrecí para ir
a la tienda a comprar más. Pero de camino empecé a sentir
algo muy extraño: las piernas me temblaban y tuve una sensación
rara en el estómago.
De repente, la calle desapareció ante mis ojos.
Poco después reapareció, pero muchas cosas eran deferentes.
Había vuelto al pasado.