El profesor, al enfrentarse al, reto de desarrollar las facultades intelectuales, físicas y sensitivas de sus alumnos, se ve en la necesidad de desplegar diferentes facetas de su personalidad, y orientarlas hacia los fines de su profesión. La intención de este libro es lograr que el profesor descubra los alcances de sus propias cualidades y aptitudes para educar, y ponga en práctica en el aula sus habilidades como comunicador, actor, socializador, asesor, facilitador, diseñador, creador, tecnólogo, interrogador, pensador, evaluador e investigador. A través de doce capítulos, el profesor dispuesto a dar el salto cualitativo en la educación, encontrará interesantes ideas para iniciar el cambio hacia una enseñanza más íntegra, funcional, dinámica y, por lo tanto, exitosa.