Existen muchas hermandades de derviches (en turco, mendigo), y cada una tiene sus propias reglas, vestimentas, ritos y métodos para recibir a sus novicios e iniciarlos. Algunos derviches son vagabundos, y dependen de la buena voluntad y de las limosnas de la gente para sobrevivir. No faltan los que están establecidos en monasterios. Otros derviches son simples comerciantes o trabajadores, que celebran ceremonias de sus órdenes sólo en ocasiones especiales. A pesar de que Mahoma era un defensor de la pobreza, no fue sino hasta después de este periodo, durante el siglo VIII d. C., que las órdenes de los derviches se desarrollaron, cuando las ideas islámicas entraron en contacto con otras religiones, tales como el hinduismo y otras de Persia. Esta antología reúne algunos de los más bellos relatos de esta tradición que acerca enseñanzas sobre el desapego material.