La enfermedad es la expresión física y psíquica del dolor, es la situacion límite a la que nos enfrentamos todos, tarde o temprano, durante nuestra existencia. Es parte de nuestra naturalez el irnos degradando hasta cruzar el umbral de la muerte y encaminarnos a nuestra nueva misión.Quizá la peor parte de una enfermedad, incluso de una enfermedad terminal. está en la desesperación del paciente y en el riesgo de volverse esclavo de sus padecimiento dejándose imponer su dictadura despiadada que nos golpea y tortura.Ante la enfermedad, lo que procede, es atenderla, vivirla, valorarla en su justa dimensión y, sobre todo, dotarla de sentido. Darle un sentido al dolor que padecemos, un sentido de salvacion, de reconciliación y de perdón y, a la vez de alegría de vivir el sufriemiento personal.Estas páginas, fruto de la enfermedad y del deseo de comunicación que avasalla a la autora, son iluminadoras, pedagógicas y llenas de compasión, quien con gran valor, energía y talento nos dice que la enfermedad no es lo último, sino primero de los peldaños de la escalera personal hacia la perfeccion, al igual de que nuestro transitoe por este mundo es iluminado por la misericordia infinita de Dios.