Este relato se apoya en diversas fuentes: códices mesoamericanos o textos escritos por frailes en el siglo XVI. Pero ésta es una versión llena de libertad, apoyada en la imaginación. Es posible que el mito nahua de los Cinco Soles contenga lo que aquí se dice, aunque no es remoto que pueda contener también cosas distintas. Dos de esos misioneros franciscanos, que deseaban combatir la idolatría de los nahuas, Andres de Olmos y Bernardino de Sahagún, buscaron a los hombres viejos, en quienes la memoria de cultura prehispánica se hallaban aún frescas. Querían saber cómo era aquella gente, de dónde venía, cómo creían que se había hecho el mundo. El mito de los Soles es un mito cosmogónico, un mito de los orígenes. Narra cómo nace el hombre de Mesoamérica, todo él de maíz y que se considera el hombre verdadero; cómo surge la Tierra del agua primordial y nace la ciudad de Tenochtitlán; de qué modo nace el Sol. En el mito, la Tierra está rodeada por agua sagrada, que se aloja en las nubes, la cubre por encima.