Todavía hoy se entablan calurosas polémicas en torno a la figura de Porfirio Díaz, quien gobernó al país durante 30 años.
Díaz, aliado y luego traidor de Juárez, defendió con vehemencia la no reelección para reelegirse hasta seis ocasiones.
Gran estratega militar, en su época liberal, el joven Díaz contribuyó a la precipitada caída del Imperio de Maximiliano, al triunfo de Benito Juárez y a la expulsión de los invasores franceses que para entonces quedaban.
En 1877, el aferrado general es elegido presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Aniquiló a la oposición e instauró la paz a base de mano de hierro ofreciendo orden y progreso.
En su ocaso el dictador se fue desterrado de Veracruz a Euro-pa en 1911, lejos del país que lo vio nacer y que para esos años lo padecía. México se debatiría entonces en una lucha revolucionaria.