• Cómo planear y balancear • Necesidades emocionales y comida • El niño vegetariano en contacto con el mundo • Comidas rápidas y divertidas
Este libro provoca antojo. ¡Cómo no lo tuve en mis manos antes, cuando mis hijos eran menores!, dirá usted. Por fortuna, nunca es tarde para una buena nutrición. Además de presentar las necesidades nutricionales de cada organismo según su edad –del primer año de vida en adelante– las autoras nos muestran la importancia de cada alimento y del agua; despejan nuestras dudas sobre el azúcar, la comida chatarra, las dietas y las entre-comidas. Haga llegar a los paladares jóvenes más cercanos las delicias nutritivas de este libro. ¡Salud y buen provecho!
