Forjando patria es un ideario de la Revolución mexicana y un mentís para los que piensan que sólo fue un movimiento caótico y destructor. La obra del antropólogo Manuel Gamio es la expresión de la conciencia de un hombre culto, fino y de absoluta buena fe, que sabe reflexionar sobre los problemas de su país y de su tiempo; de un ágil escritor, de un hombre de ciencia con un nada vulgar sentido estético, y de un crítico de la historia que, además, propone soluciones prácticas. Así, por una parte y fuera de academismos, su obra puede entrar en la filosofía de la cultura y, por otra, es todo un programa de acción en beneficio del país, tal como lo concebían otras mentes de su tiempo.
Entre todos los extremismos, la voz de Gamio sigue siendo la de la cordura, la de un amplio sentido liberal y social que, basada en el conocimiento de las circunstancias reales, con plena conciencia, propone programas como posibles caminos a soluciones concretas; es la voz de un hombre centrado en los intereses verdaderos y patrióticos. Como parte de su discurso, que representa un claro ejemplo de la fiebre nacionalista e indigenista revolucionaria, sugiere la fusión de las razas y la convergencia de las manifestaciones culturales, así como la unificación ling?ística y el equilibrio económico. Su propósito como hombre de ciencia, tal como queda demostrado aquí, fue siempre utilizar los conocimientos de toda índole para fines prácticos, como medios para alcanzar un mayor bienestar nacional.