Alfonso X (El Sabio)
Alfonso X el Sabio, nació un 23 de noviembre de 1221 y murió un 4 de abril de 1284. Poco nos dice su ficha cronológica, salvo que el soberano, traductor de los Libros del saber de astronomía, del Lapidario de Abolays, entre otras obras de erudición, afecto al estudio de disciplinas seudocientíficas como la astrología y la magia, vino al mundo bajo el signo de Sagitario. Noveno signo del Zodíaco, regido por el planeta de Júpiter, y que de acuerdo con el Lapidario influye en veintinueve piedras de naturaleza caliente y seca, tales como la piedra de cobre, la piedra de la hiel del toro, la piedra del fuego...
Alfonso nace en Toledo, ciudad que ya para entonces era centro prominente de un humanismo temprano, Su padre: Fernando III el Sano. Su madre: Beatriz de Suabia, princesa alemana por cuya vía Alfonso querrá hacer válidas más tarde, sus pretensiones a la corona de Alemania. Un dato curioso citado por tres estudiosos de la vida de Alfonso X -el marqués de Mondéjar, el marqués de Valmar y don Antonio G. Solalinde- es aquél relativo al nombre de la nodriza de Alfonso X: Urraca Pérez. A su nacimiento, el infante fue confiado a doña Urraca, ama de cría, y posteriormente se encargaron de educarlo Garcia Fernández y doña Mayor Arias, nobles que habitaban en la provincia de Burgos. Su madre muere cuando él cuenta apenas quince años de edad, y el primer contacto vital con su padre tiene lugar en 1237, año en que auxilia al rey Fernando en sus conquistas por tierras de Andalucía. Es decir, Alfonso pasa los primeros años de su vida en compañía de extraños. Cabe pensar si la soledad, la falta de las presencias materna y paterna en la infancia, no habrán condicionado el carácter inseguro, indeciso que tantas críticas le atrajo, de sus contemporáneos y de la posteridad.