En la actualidad, nadie es educado para ser padre, tal parece que la siciedad considera a éste un conocimiento inherenteal hombre o que se desarrolla de forma paralela con el nacimiento y el desarrollo de los hijos.
A partir del principio fundamental de que un hijo es, desde su concepción, el conductor del cambio en la conducta y la visión del mundo de sus padres, Thalía Attié hace aquí una serie de sugerencias acerca del comportamiento que debe adoptar todo hijo para enteblar y mantener buenas relaciones con sus padres, por una parte, y por otra, muestra a éstos los principales errores educativos que cometen, así como la manera de resolverlos o evitarlos.
Aunque el mensaje de este libro va expresamente dirigido a los hijos, su intención es que lo comprendan los padres deseosos de ser mejores educadores y amigos; los adultos responsables, justos, comunicativos y abiertos al cambio, que buscan medios para lograr hijos más sanos, positivos y felices.