Cada noche, cuando llega la hora de dormir, Sofía lucha para alargar el tiempo antes de ir a la cama. ¿Para qué soñar cuando hay tantos juegos divertidos? Pero en cierta ocasión, la pequeña se da cuenta de que tal vez no es tan emocionante ser la última en cerrar los ojos. Si lo que más detestas es ir a la cama, este cuento es para ti.